15 enero 2017

24 de mayo de 2016

de cuando el tiempo no pasaba tan rápido,
de cuando no se pensaba si aquello en lo que se invertía tiempo merecía la pena o era una simple argucia de un futuro desencantador,
de ser muy feliz pero seguir notando en el pecho el peso enorme del arrastre del pasado,
de decidir no pensar tanto,
de volver a confiar, de empezar a hacerlo, de intentarlo.
de crear mundos paralelos que chocan contra cristales invisibles,
de sonreír más, sonreír más de verdad,
de cambiar de prioridades,
de mirar en verde, de mirarte en verde, de verdad mirarte, dejarme mirar,
de no temer al fracaso,
detener los pasos, pararme a observar,
dejar de girar,
de ser.

17 noviembre 2015

individualidad

Si observas durante mucho tiempo algo muy detenidamente, cambia de forma, se convierte en extraño. Me he quedado mirándome un rato, recorriendo lentamente cada una de las partes de mi rostro, de mi cuerpo, cada punto único e inimitable que quizás algún día logre reconocer como míos. Pero no hoy, hoy no. Hoy me observo y solo veo, no percibo. No quiero percibir nada porque hay algo ausente, igual soy yo, la inexorable confusión que me ahoga, o la extrema libertad que me suspende en un mar de indecisiones. Un futuro incierto no conlleva un presente agobiante; un pasado irritado no justifica un presente lánguido.
Un dolor global que afecta individualmente, que roba la esencia, el equilibrio, lo cosméticamente infinito. Un dolor global que te convierte en extraño frente a toda una humanidad, frente a ti mismo.

08 octubre 2015

Un millar,
dispersos, inconexos;
pasados, grotescos;
trozos de noches de día,
cómo una noche puede ser día, cómo un día pude ser un abismal océano, cómo un océano puede ser un terrorífico cuchillo, cómo un cuchillo puede dañar lo preciado, cómo lo preciado se puede odiar, cómo el odio te hace añorar. ¿Cómo?


Ahora ya

Me salen las palabras por los ojos, y se me va la vista al suelo, pero nadie se da cuenta.

Si no me caigo es porque vuelo, porque puedo volar, porque no creo que lo que vea sea cierto; sin embargo, creo en lo que sueño, y en lo que siento. Y si siento que no me siento, es que no hay nadie sintiéndome; y si sueño sintiéndote, sigo soñando, no me caigo, me sostengo. 

Pude sostenerme, ahora ya solo sueño, ahora ya solo suelo.