08 octubre 2015

Un millar,
dispersos, inconexos;
pasados, grotescos;
trozos de noches de día,
cómo una noche puede ser día, cómo un día pude ser un abismal océano, cómo un océano puede ser un terrorífico cuchillo, cómo un cuchillo puede dañar lo preciado, cómo lo preciado se puede odiar, cómo el odio te hace añorar. ¿Cómo?


Ahora ya

Me salen las palabras por los ojos, y se me va la vista al suelo, pero nadie se da cuenta.

Si no me caigo es porque vuelo, porque puedo volar, porque no creo que lo que vea sea cierto; sin embargo, creo en lo que sueño, y en lo que siento. Y si siento que no me siento, es que no hay nadie sintiéndome; y si sueño sintiéndote, sigo soñando, no me caigo, me sostengo. 

Pude sostenerme, ahora ya solo sueño, ahora ya solo suelo.