25 septiembre 2013

Día 43 fuera de casa

Y nada va a salir como tú pensabas. Dejaste tu mundo idílico Marina, lo dejaste y no puedes pedir que te espere. Un barco en puerto es seguro, pero los barcos no se hicieron para quedarse en puerto. Unos zapatos en su caja nunca se van a estropear. Un boli en el cajón nunca se va a gastar. Podías haber elegido quedarte en tu zona segura, pero piénsalo, ¿es esa realmente una zona segura? ¿Quieres ser siempre unos zapatos nuevos? No sé los demás, pero a mí me gustan más unas zapatillas cuando están desgastadas, cuando tienen tierra en las suelas, cuando han andado. Igual echas de menos tu armario, tu cajón. Allí conocías todo. Sabias cuándo y por qué sucedían las cosas. Allí te querían. Pero, vuelve a pensar, ese armario seguirá siendo el mismo armario, y los que están dentro seguirán estando dentro, seguirán estando nuevos, vas a ser tú la que vuelva desgastada, la que vuelva marcada. Y si hay alguien que se ha ido, alguien a quien realmente querías, alguien que pensabas que siempre iba a estar en el armario, no te preocupes, todos en un momento u otro tenemos que salir al exterior. Todos nos vamos en un momento u otro. Todos salimos a caminar. Puede que las cosas del armario hayan cambiado de sitio, pero créeme cuando te digo que podrás volver a encontrarlas, e incluso, puede que, inesperadamente, encuentres cosas nuevas que meter dentro.

11 septiembre 2013

Día 29 fuera de casa.

Cada vez me ahoga más. Empezó todo con un nudo en la garganta. Ahora se ha convertido en un gran mar de cuerdas enlazadas entre sí que aprietan más y más. Los pensamientos. Los sentimientos. Las emociones. Todo. Luchan por salir, se pelean entre sí por ver a quién de ellos escupo primero. Se pelean por ser los primeros en probar la calidez del sol. Pensamientos buenos, pensamientos malos, pensamientos absurdos. Sentimientos rotos. Sentimientos cambiados. Sentimientos confusos. Palabras tragadas. Palabras en la punta de la lengua. Yo. Yo soy la que quiere salir. Necesito que alguien pueda sacarme todas estas cosas. Alguien tangible a ser posible. Alguien que me vacíe completamente. Y me llene. Eso. 
PD. Esta no es ninguna entrada depresiva, ni triste, ni melancólica. Es simplemente una reflexión de un miércoles por la noche. 

08 septiembre 2013

Día 26 fuera de casa.

Y de repente te vas acostumbrando, dejas de pensar en lo que estarán haciendo los demás y piensas en lo que haces tú. No, no es egoísmo, es instinto de supervivencia. Sientes que te amoldas a las cosas. Sientes que puede que seas feliz. Sientes. La brisa de los bosques de Virginia, la amabilidad y a la vez locura de las mujeres de Jersey. Los lametazos de Lilly en las rodillas. Sientes. Te dejas sentir. Quieres seguir sintiendo. Y, simplemente, lo haces.