23 abril 2013

Hemos cambiado.

Me apetece escribir, y luego cuando me pongo a escribir ya no me apetece. Y me apetece otra cosa, y cuando me pongo a ello, cambio otra vez. Cambio y cambio y cambio. Podría escribir sobre eso. Cambios. Cambios continuos. Cambios constantes. Desde que nacemos vamos cambiando. Vamos madurando, creciendo. Pero últimamente creo que hemos cambiado demasiado. Hemos, sí. Lo que decíamos que no haríamos en la vida, se ha convertido en nuestra rutina. Lo que pensábamos imposible, ahora nos aburre de tanto hacerlo. Cambios. Leí que un cambio implica una mejora. Un avance, un progreso, un paso hacia delante, una ventaja. Cada uno que juzgue los cambios como quiera. Supongo que no podemos ser siempre de una misma forma. Debemos modelarnos, dejarnos modelar, y también modelar a los demás. Debemos cambiar, o al menos intentarlo, porque si vivimos toda la vida estancados en un mismo modo de vida, perderíamos la cabeza, nos volveríamos locos. Eso es, cambios. Cambia. Cambia y te sentirás mejor, al menos por un momento.