13 marzo 2014

Día 213 fuera de casa.

Siento que estamos perdiéndonos en las palabras que otros nos dijeron hace tiempo. Nos aconsejaron cómo caminar y nos vemos intentando coordinar nuestras piernas para hacer el menor ruido posible. Nos dijeron lo que teníamos que hacer para llevar una vida exitosa, para destacar y a la vez no destacar. Y lo más curioso, es que, nosotros, los que siempre fuimos llamados soñadores aunque no quisiéramos nombres que nos definieran, los que dijimos que nadie nunca jamás nos dictaría nuestro futuro o nuestro presente, los que alzamos un día la voz, somos los que estamos callando. Y nos caemos en el pozo de la desesperación, intentando alzar nuestras manos y agarrarnos a lo que nos han enseñado que es una vida apropiada y feliz. Y cuando no podemos alcanzarlo, nos vemos rodeados de muros por todas partes sin poder salir. Pero es que no nos damos cuenta de que lo que digan los demás no importa lo más mínimo. No importa nada. El pozo no existe, solo tienes que dejar otra vez volar tu imaginación, dejar de escuchar y hablarte de vez en cuando a ti mismo.

08 marzo 2014

Día 208 fuera de casa

I couldn't help my eyes;
sometimes green,
sometimes black.
I couldn't get along with the dark.
You were still here and now,
now who knows where you are.
This room is not mine,
or maybe it's me the one
that thinks dreams can last.
No more comfort.
No more past.
It's no longer with us.

05 marzo 2014

Día 204 fuera de casa.

Se había cansado el pájaro de volar y de repente, sus alas dejaron de funcionar. Yo me había cansado de esperar, así que cerré mis puertas. Si alguien quiere volver a entrar, que coja una llave, pero no se hacen copias. Estaba cansada del mundo. Cansada de las repeticiones, de los días que acababan y volvían a empezar en el mismo sitio. Me pesaba el corazón, y los pulmones, y me costaba respirar. Era como si en mis párpados cargase todo el peso de la humanidad, como si alguien lo hubiera olvidado ahí, sin darse cuenta de que era demasiado. Intentaba mantener los ojos abiertos, pues era en los sueños donde te volvía a ver, y ya no podía permitirme el privilegio de malgastar mis lágrimas. Intentaba sujetar un peso que no era mío, intentaba apagar un incendio que ni siquiera podía oler. Y todo sin cerrar los ojos. No te duermas, me susurraba, no te duermas.
Pero como la piedra que tiras al río y se hunde poco a poco, o como un papel que baila con el viento y que finalmente acaba en una esquina de un callejón, me dormí.Y nunca pensé que soñaría con algo que no fueses tú, pero soñé con mi rescate. Soñé con volar, y las alas del pájaro volvieron a funcionar